Este mes de Febrero del 2016 lo recordaré toda mi vida gracias a la gran experiencia disfrutada como Director invitado en el ciclo de conciertos didácticos que organiza la OEX, una gran orquesta integrada por grandísimos profesionales que han hecho, si cabe, más agradable mi colaboración durante toda la semana.
Nunca me cansaré de repetir lo importante que son los conciertos didácticos para escolares. Oportunidad única para niños/as que nunca antes han visto ni oído una orquesta sinfónica en directo, pero también una oportunidad para que las orquestas sinfónicas puedan captar y ampliar nuevos públicos y demostrar a la vez, que el lenguaje de la música clásica está vivo por encima de modas, épocas y generaciones.
Cuando Sibelius puso música a la romántica historia de Pelleas y Melisande, lo hizo probablemente con la idea de reforzar una escena que ya de por sí, tenía una gran fuerza dramática. Una historia que ha sido puesta en música en más ocasiones por músicos como Debussy, Fauré y Schoemberg, y que aunque lo hicieron en diferentes épocas y formas, buscaron una misma intención, trasladar al público la pieza literaria del teatro simbolista escrita por Maeterlinck, que describe el amor prohibido y maldito de los personajes que dan nombre a esta obra.
Un tema que quizás nos parezca un poco duro y exigente para la comprensión de los niños, pero una vez visto el resultado de la mano de la actriz y narradora Belén Otxotorena, nos demuestra una vez más, el poder y la fuerza que tiene la palabra y la música. Historia que enfrenta los sentimientos humanos más profundos, como el amor, los celos y la tristeza, y que rápidamente empatizan con los niños y niñas. Belén sabe bien cómo entonar cada frase, dónde hacer la pausa, cambiar el gesto, y en definitiva, atrapar al oyente de manera que se obtiene una atención y silencio digno del auditorio más exigente. Al final, queda una pregunta en el aire, ¿Habría sido posible otro final para esta historia?
La música de Sibelius es densa y plena de lenguaje romántico, lo que refuerza cada uno de los episodios de esta suite sinfónica. Música descriptiva, casi visual me atrevería a decir en momentos como " a orillas del mar", "Melisande y la rueca" o la "muerte de Melisande". Una música, que acompañada de la narración del cuento, es lo más parecido a una banda sonora que los jóvenes asocian con total naturalidad desde el principio del concierto.
Como he dicho, una verdadera oportunidad para conocer esta música, pero también para acercarnos de nuevo al público futuro. Cuánto trabajo queda por hacer...hasta siempre Orquesta de Extremadura!! Un verdadero lujo!!
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