Este año hemos acabado la temporada con la Orquesta de Iniciación en un concierto al aire libre en el magnífico Auditorio de San Luis en Buñol. Como era nuestra “primera vez” al aire libre, casi nadie de mis jóvenes músicos estaban preparados para algo que no está en la partitura: EL VIENTO. Así que, aún tiene más mérito el buen concierto ofrecido, teniendo en cuenta la carita de “pánico” que algunos mostraban cuando veían volar por los aires todo el objeto de su trabajo. La ovación final es el mejor premio que se les puede dar a estas jóvenes promesas, que seguro nos harán disfrutar en muchos conciertos futuros, con o sin papel.
Algunos de ellos ya se han incorporado a la Orquesta Sinfónica de la Artística, objetivo fundamental de esta Orquesta de iniciación. El rubio de la viola que aparece en el centro de la foto es mi hijo Álvaro que debuta en este su primer concierto con nada más y nada menos que la 4ª Sinfonía de Schumann. ¡Ese arco echa fuego! Es sin duda la mayor satisfacción que con la música puede tener un padre.
Enhorabuena “cracks” espero que descanséis este verano y ¡¡hasta Septiembre!!