Este año se celebra el 40 aniversario de la única edición del Concierto para Banda (1973-2013) del gran compositor Amando Blanquer (1935-2005). Una de sus primeras composiciones originales para Banda Sinfónica, en la que el compositor alcoyano demuestra una vez más, su compromiso por este tipo de formación como entidad sonora propia. Quizás el hecho de haberse iniciado como músico de banda, llevó al maestro Blanquer a tener un exhaustivo conocimiento de los instrumentos de viento y por ello, dedicó a la Banda Sinfónica gran parte de sus más de trecientas obras que forman su Opus.
Su producción musical para Banda, puede considerarse en dos partes, una dedicada a la fiesta (gran colección de marchas moras y cristianas) y una segunda para ser interpretada en concierto. En este grupo, destaca el Concierto para Banda, compuesta en 1971 y que fue ganadora ese mismo año del prestigioso premio Maestro Villa de Madrid. Fue estrenada en el Parque del Retiro de Madrid el 5 de Octubre de 1972. En 1981 fue elegida como obra obligada en el importante Certamen Internacional de Kerkrade (Holanda). Esta obra ha sido y es considerada una de las piezas originales para Banda Sinfónica más importantes que se han creado durante el siglo XX. Recogida en diccionarios y catálogos de todo el mundo, es pieza de estudio obligado en los conservatorios donde existe la especialidad de Dirección de Banda.
Desde mi punto de vista, el Concierto para Banda no se ha interpretado tantas veces como debiera, pero ello debe ser entendido por la enorme dificultad interpretativa que presenta y como no, a las características iniciales de la plantilla para la que está creada. Precisa de instrumentos poco habituales en estas formaciones durante aquellos años, como arpa, clavecín, contrafagot, clarinete alto, violonchelos y contrabajos, instrumentos que no estaban al alcance de todas las bandas amateurs de hace 40 años. Pero también presenta dificultades en su interpretación actual, dado que exige instrumentos que ya no forman parte de la plantilla ordinaria de nuestras bandas, como son los onóvenes (parecido a los bombardinos aunque más pequeños), fliscornino y tuba, todos ellos en Mi bemol, pero que son fácilmente sustituibles con una pequeña adaptación instrumental, sin afectar la cuidada tímbrica de esta obra.
La estructura formal del Concierto para Banda se define como un concierto clásico, con sus tres movimientos contrastantes, Allegro-Andante-Allegro. El primer movimiento Allegro, tras un comienzo “en cluster”, nos presenta una serie dodecafónica en la madera. Movimiento rápido y fugaz, donde “los colores” de las diferentes secciones dialogan entre sí y donde se exige de la parte grave un alto grado de virtuosismo. El Andante o segundo movimiento, comienza con una impresionante coral en el Tutti, al que le sigue un episodio que antecede a la fuga. Esta fuga, de carácter solemne y ambiente impresionista, es presentada por los clarinetes, saxos hasta el tutti en que se presenta el tema principal en el viento madera, sostenido por los acordes del metal. El tercer movimiento es una marcha alegre y enérgica en la que destaca las intervenciones de la tuba en mi b y cuyo carácter festivo anuncia la conclusión de esta fantástica obra.
La música de Blanquer se interpreta actualmente en festivales internacionales de Estados Unidos, Holanda, Alemania, Suiza o Japón. Este hecho justifica en medida, la consideración del autor alcoyano como absolutamente imprescindible para entender parte de la música originada en nuestro país durante el siglo XX.
La elección del Concierto para Banda como obra de libre elección en el Certamen Provincial de Valencia 2013 por parte de La Armónica de San Antonio, es además de un reto musical sin precedentes para esta Banda Sinfónica, un humilde y respetuoso homenaje a la figura del “Maestro de maestros” que fue el inigualable compositor valenciano Amando Blanquer.
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