He decidido titular así esta entrada de mi blog, para describir el último de los conciertos realizados con la Joven Orquesta de iniciación el pasado 18 de Diciembre del 2011. No hay duda, cada vez me sorprendo más con la capacidad de aprendizaje musical en las etapas más tempranas de los niños. No vamos a descubrir nada nuevo, teóricos como Suzuki, Orff, Dalcroze o Willems han demostrado que la estimulación musical temprana ayudan no sólo a desarrollar capacidades artísticas sino además también contribuyen al equilibrio emocional y desarrollo psicomotriz.
Mi trabajo con la Orquesta no pretende ser tan pretencioso y pienso que mas bien es simple, pues en principio sólo se trata de “dejar tocar”. Dejar que se expresen sin complejos de la misma manera que hacen cuando hablan todos a la vez, hasta que descubren que al hacerlo así, el receptor es incapaz de entender casi nada. Seguidamente descubren la necesidad de aceptar un “turno de palabra” y elaborar unas frases con significado. Algunos ya se expresan con total claridad, unos sólo completan con palabras sueltas frases iniciadas por otros y los más noveles, aprenden a escuchar, algo fundamental en un músico y lo más importante, aprenden a intervenir sólo cuando tienen “algo” que decir…De esta manera, todos se sienten partícipes del “discurso”, sin molestarse unos a otros y cada uno dentro de sus posibilidades. Todo esto unido a la espontaneidad con la que se expresan con sus instrumentos y con algunos consejos en los ensayos, el resultado es una interpretación, como decía al principio,.…sin complejos.
El programa de concierto fue el siguiente:
Sunayama…………………………… Keiko Yamada
“Menuet”…………………………… Carl Strommen
Los Corsarios………………………. George Sweet
Tis the Season………………………. Doris Gazda
Tango expresivo…………………… Matt Tuner
The best of Brahms………… Arr. Joseph Compello
